Esta mañana salió mi sol al ver tus labios en la fotografía de un diario maltratado
Eras sólo una niña jugando a hacer el amor.
Y ahí estaba yo, tu amante de papel, de letras y de pasión de madrugadas, ahí estaba yo a las afueras de un burdel, apostando por tu sonrisa, por tu dulce andar, apostando todo lo que soy y aún más; lo que me has dejado ver.
El mejor postor pues doy mi vida por estar a tu lado, hoy más que nunca, mi amante de papel.
La fotografía deja ver en tu piel la senda de mis besos y asomándose en tu escote pronunciado la razón de mis excesos.
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