martes, 18 de enero de 2011

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Hay nubes bajas sobre el horizonte justo al amanecer, hay tanto ruido en mi cabeza que podría perder la razón mientras te recuerdo teñido de placer.

El día hoy me encontró con tu imagen en la mente, a pesar de las muchas estrellas que adornan mis madrugadas, tal vez sean sólo serpientes, no te quedes tan lejos sólo pensando en mí, hazme  saber que vuelves de repente, hazme creer que estarás de nuevo aquí.

Quiero contarte que me he vuelto una escoria, revolcándome como cualquiera y con cualquiera que se quiera revolcar. Quisiera poder tocar tu cara limpia y por tu ausencia dejarte de extrañar.

Quiero que me saques de este pozo, de esta caída sin final, yo sé que no eres culpable, un gramo de complicidad.

¿Como decir que eres mi motivo, que lo quiero gritar, que deseo estar contigo y no lo puedo soportar?

Que me siento estar perdido, que no puedo respirar, que me hacen falta tus ojos, tu boca y ese lunar.

Que sé que no me mido cuando se trata de amar, que no importa si termino, puedo otra vez comenzar.

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