Me hallo buscando una esperanza que recibió de mi la espalda
Persigo cualquier pretexto para encontrarte sin saber para que, sin nada que decir
Fuiste mía y te deje escapar, quizá mi vida entera
Me sentía tan fuerte, tan pudiente
Entre sus brazos me sentía seguro
Bañado en sus lágrimas pretendí olvidarte
Y te azote con palabras estúpidas llenas de buenas intenciones, llenas de todo, llenas de nada
Y a pesar de tu dolor me atreví a secar tu llanto
Y a pesar de tu dolor todavía tocaste mi cara
Hoy comprendo el porque de esa caricia
El porque de esa mirada compasiva
Fue como si desde siempre supieras lo que iba a ocurrir
Como si supieras que a ti regresaría cubierto de vergüenza
Como si supieras que lo que buscaba realmente no lo veía
Porque siempre estuvo frente a mí
Y ahora, y sin ningún sentido, me hallo buscando una esperanza que recibió de mi la espalda
Persigo cualquier pretexto para encontrarte sin saber para que, sin nada que decir.
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