sábado, 6 de noviembre de 2010

SIN NADA QUE DECIR.

Me hallo buscando una esperanza que recibió de mi la espalda

Persigo cualquier pretexto para encontrarte sin saber para que, sin nada que decir

Fuiste mía y te deje escapar, quizá mi vida entera

Me sentía tan fuerte, tan pudiente

Entre sus brazos me sentía seguro

Bañado en sus lágrimas pretendí olvidarte

Y te azote con palabras estúpidas llenas de buenas intenciones, llenas de todo, llenas de nada

Y a pesar de tu dolor me atreví a secar tu llanto

Y a pesar de tu dolor todavía tocaste mi cara

Hoy comprendo el porque de esa caricia

El porque de esa mirada compasiva

Fue como si desde siempre supieras lo que iba a ocurrir

Como si supieras que a ti regresaría cubierto de vergüenza

Como si supieras que lo que buscaba realmente no lo veía

Porque siempre estuvo frente a mí

Y ahora, y sin ningún sentido, me hallo buscando una esperanza que recibió de mi la espalda

Persigo cualquier pretexto para encontrarte sin saber para que, sin nada que decir.

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